La electroestimulación es una técnica que se encarga de generar impulsos eléctricos y contracciones en los músculos, mediante el uso de un aparato electroestimulador que genera un efecto similar al que se daría si se ejercitaran los músculos.
De este modo, el cuerpo quema grasa y adelgaza de manera significativa. Esto convierte a la electroestimulación en una de las técnicas más llamativas entre las personas, con el objetivo de perder grasa y moldear el cuerpo de forma efectiva.
No obstante, la electroestimulación debe ir acompañada de rutinas de ejercicio y de buenos hábitos de alimentación para que los resultados perduren y el cuerpo se mantenga saludable.
Por esta razón, es indispensable contar con la ayuda y asesoramiento de un buen entrenador personal, ya que te podremos ayudar a conocer qué tipo de entrenamiento debe hacer cada persona y la intensidad del mismo.
Además, te daremos unas excelentes recomendaciones para que el tratamiento de electroestimulación sea todo un éxito.
Así que si te interesa conocer más sobre esta increíble técnica de electroestimulación, te invitamos a echar un vistazo a la información que aparece a continuación, y la que podrás consultarnos de forma directa en este mismo enlace.
La electroestimulación se realiza por medio de un aparato electroestimulador que se encarga de mejorar el rendimiento muscular. Igualmente, este electroestimulador trae varios electrodos y viene conectado a una máquina que se puede programar para realizar diferentes tipos de entrenamientos.
Dichos entrenamientos permiten llegar a las fibras musculares más profundas, que no se suelen alcanzar con un entrenamiento tradicional. Del mismo modo, los efectos de estos entrenamientos son controlados por medio de un ordenador y serán supervisados por tu entrenador especializado, para garantizar tu seguridad en todo momento.
Por lo general, para adelgazar se utilizan los electroestimuladores que traen traje, aunque existen otros modelos que se pueden conectar a diferentes partes del cuerpo. Tendrás muchas opciones para elegir la que mejor se adapte a tus necesidades.
Para empezar cada sesión, es necesario hacer un entrenamiento especial que prepare al cliente para usar la máquina. Luego se procede a conectar el electroestimulador al cuerpo, y se evalúa al usuario con ayuda de los datos vitales que ofrece la máquina.
Esto permite establecer de forma adecuada varios aspectos como: la frecuencia, la profundidad y el tipo de rutina que se va realizar con la máquina. Cada paciente tiene necesidades diferentes y va querer trabajar distintos grupos de músculos. Finalmente, el cliente espera varios minutos para que la máquina emita los impulsos eléctricos y trabaje los músculos.
Normalmente, una sesión de electroestimulación se suele realizar en un periodo de 20 a 25 minutos, tiempo que también incluye el entrenamiento previo que se debe hacer antes de usar la máquina y la recuperación del usuario.
Lo más común es que se tomen 20 minutos para todo el entrenamiento y que se den 5 minutos al cliente para que se relaje y se recupere.
El número de sesiones de electroestimulación que recibirá el cliente dependerá de su estado físico, y los resultados se empezarán a notar a partir de la segunda o tercera sesión. Por lo general, se recomienda realizar sesiones una o dos veces por semana, dependiendo del estado del cliente y del tipo de entrenamiento que se haya seleccionado.
Todo esto lo va establecer tu entrenador después de analizar tu estado de salud y el problema que quieras corregir.
Aunque la electroestimulación es un tratamiento seguro, es muy importante que se realice de manera adecuada, pues de lo contrario puede causar complicaciones. Por esta razón, es necesario contar con la ayuda de un experto que guíe y supervise todo el tratamiento durante todo el proceso.
Por otro lado, este tratamiento no se recomienda a mujeres embarazadas o que estén lactando, a personas que utilicen marcapasos, o a personas que padezcan de epilepsia, de hernias o enfermedades óseas graves.
De la misma manera, este tratamiento no es recomendable para personas que utilicen bombas de insulina o aparatos para controlar la incontinencia. También puede afectar a personas que utilicen prótesis.
La persona encargada de realizar el tratamiento debe examinar perfectamente al cliente para descartar todo tipo de riesgos y asegurarse de que todo va a salir bien.