Con el inicio de un año nuevo, es natural que las personas hagamos propósitos para llevar a cabo a lo largo de los doce meses que apenas comienzan, uno de los objetivos más comunes suele ser el trabajo corporal que permita lucir una figura de campeonato.
Y que conste que esto suele ser un objetivo común tanto para hombres como para mujeres, todos se preocupan por lucir bien y sentirse aún mejor.
Efectivamente, suele suceder en la gran mayoría de los casos que durante las celebraciones navideñas hay asuetos tanto en los trabajos como en las actividades rutinarias. En esto último entran generalmente la práctica de actividades deportivas, en las que suele hacerse un descanso para disfrutar a pleno las navidades.
Pero el asunto está que una vez finalizadas las celebraciones, es mucho más que fácil continuar las actividades normales y dejar de lado el entrenamiento y los ejercicios. Aquí es donde hay que prestar atención y tener constancia para que podamos lograr nuestros objetivos, y nosotros te ayudamos desde este mismo momento, contacta con Fitness D10 aquí.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que las actividades físicas deben ser de nuestro agrado. Para que tengan los resultados deseados y se puedan mantener en el tiempo, es necesario elegir actividades que nos gusten y no requieran de esfuerzos extraordinarios.
Hay que recordar que toda actividad, para que sea realizada de manera saludable, debe tener en sí ciertas cuotas de placer. Si bien será muy difícil lograr objetivos físicos sin las adecuadas cuotas de esfuerzo, también será muy difícil mantener la actividad a lo largo del tiempo si esta está ligada exclusivamente a la imposición, y poco y nada a una actividad placentera.
Otra cosa que hay que tomar en consideración es que lo más lógico es que en los días de fiesta, el cuerpo se ha acostumbrado a ciertos excesos, comer y beber más de la cuenta suele ser moneda común en los días navideños.
En ese caso, lo ideal es retornar a la senda deportiva poco a poco y sin excesos. Se trata de empezar a recorrer el camino de la “desintoxicación” propia después de los excesos vacacionales.
Incluso esto se relaciona con la alimentación, es natural que se pase un poco de hambre, mientras se vuelve a un ritmo de alimentación más natural, saludable y ligero. Después de que el cuerpo vuelva a acostumbrarse a la ingesta normal, las cosas empezarán a marchar mejor.
La clave está en volver a la rutina de ejercicio, con calma
La senda que nos llevará de regreso a la práctica deportiva o a iniciar la práctica, si es el caso, debe ser de comienzo suave. El cuerpo necesita pasar por un proceso de adaptación, así que no valdrá la pena forzarlo.
Así, en el transcurso de unas pocas sesiones se podrá ver cómo el cuerpo se va adaptando nuevamente a las rutinas. Es importante en este caso que se planifiquen bien las actividades y no se improvise en el momento.
En el caso de que tengas cierto sobrepeso, lo que deberás hacer es plantearte objetivos de reducción a largo plazo.
Esto se traduce en que la pérdida de peso debe ser planificada de forma coherente, dependiendo de cuánto sea el exceso de peso, será posible planificar una pérdida de aproximadamente un kilo al mes.
Simplemente hacer esta planificación te ayudará a controlar mucho más que la pérdida de peso se mantenga a lo largo del tiempo, y que no sea simplemente una pérdida que no se pueda sostener.
De hecho, es posible que planifiques la pérdida de peso aumentando la actividad física, sin necesidad de reducir radicalmente la ingesta calórica. Esto te dará resultado a largo plazo y podrás sostener la pérdida de peso junto con una buena salud y con un buen trabajo corporal.